Con motivo de su natalicio
De la época de Vucetich (2)
Vucetich en la memoria y en la gratitud
Llegado a esta instancia culminatoria de las evocaciones del natalicio de un gran hombre, que vino a este mundo el 20 de julio de 1858 en Lesina, población de la isla Hvar, perteneciente al archipiélago Dálmata, región marítima extendida del NO al SE a lo largo del Adriático, de población serbiocroata, entonces bajo el dominio del imperio austrohúngaro, hijo de Víctor Vucetich y de Vicenta Kovacevich, vengo aquí con inocultable emoción y designio de la verdad y justiciero homenaje, a dejar testimonio de la Fundación que tiene de Patrono al sabio argentino y de todos los miembros de la misma.
En primer lugar, séame permitido exteriorizar la complacencia y la gratitud hacia la institución policial, ya que todos los actos, emprendimientos, evocaciones y ciclos, lleváronse a cabo bajo el cobijo de caracterizados organismos y dependencias de la misma. Así, en el Centro de Altos Estudios en Especialidades Policiales (CAEEP) durante todos los días de la pasada inmediata semana del corriente mes de julio, en su destacado ciclo en el que tuve el honor de ser convocado, juntamente con el director del Museo Vucetich y personal del mismo, Inspector Girardengo, Capitanes Prados y López y Tte. 1º Yedros, entre otros; ciclo que procedió a clausurar el director general Superintendente Roberto M. Silva el pasado viernes 18. Item más, en el mencionado museo, cuyo director capitán Miguel Prados me confirió el honor de participar, ya el pasado martes 15 con el lanzamiento postal del Sello con la efigie de Vucetich, oportunidad en que procedí, junto a distinguidas personalidades, a imprimir el clásico “matasellos”; y en el mismo museo de la calle 54 Nº 393, hoy, a las 10 hs., en que, erigióse el busto del sabio y procedióse al descubrimiento de la placa evocativa.
Y ahora, en este acto, nada menos que en la sede de la institución policial, a pocos pasos de donde el Crio. Vucetich se hizo cargo de la histórica oficina de Identificación el primer día de septiembre de 1891 (entonces Departamento Central de Policía, hoy la Dirección de Antecedentes del Ministerio de Seguridad de esta provincia). No puedo ni debo dejar de reconocer, especialmente, la prontitud y diligencia de la superioridad policial del titular de la Dirección General de Relaciones Institucionales y Coordinación, Lic. Horacio Dotti, en este acto en el que se me honró, representando a la Fundación, hacer entrega de los diplomas de Miembros Honorarios a las siguientes personalidades: Sra. Lierka Galic; Dra. Mira Martinec; Sr. Osvaldo Massad; Sr. Domagoj V. Prosoli y Dr. Carlos Stornelli; además, en el emplazamiento del busto del sabio en la Galería de Honor y el descubrimiento simultáneo en la misma de la placa evocativa de esta Fundación por parte del Sr. Ministro Stornelli y del Miembro Honorario Sr. Juan Carlos Morzilli, que donó la placa.
Nuevamente la gratitud y complacencia desde que la Fundación, que ostenta como su patrono al sabio argentino Crio. Vucetich, encendiera hace un año la Tea del Sesquicentenario, contempló admirativamente que fuese la institución policial quien diseñara la mayoría de los actos aludidos precedentemente, además de los discursos y otras disertaciones evocativas, así como las muestras museológicas, ya en su sede y ya las itinerantes no sólo en esta ciudad y otras localidades del país, sino en la propia tierra de la que es oriundo el sabio, adonde fuera destacado el capitán Prados hace poco y durante un mes; sin dejar de mencionar la entrega de cuadros de Vucetich a diversas reparticiones públicas y entidades privadas. Finalmente, y ungido en lo más profundo de mi convencimiento, y en el carácter de íntegro corolario de todo cuanto se ha reconocido en los aludidos actos y disertaciones sobre la vida y obra de este hombre, de su mundo y de su tiempo, así como de cuanto dejó indeleble como una impronta incancelable en los bronces, los bustos y las placas, en las galerías de los honores y de las evocaciones; de su perfecto sistema de identidad humana; de su dactilónomo; de su Sociedad de Socorros Mutuos de Policía de 1894; de sus múltiples obras musicales; de su Oficina de aquel primer día septembrino de 1891; de su posterior culminación policial-cientificista en Necochea a mediados de 1892; de sus “Instrucciones generales para el sistema de filiación” de 1893 y su “Dactiloscopia comparada” de 1904, entre más de una veintena de textos de escrupulosa escritura castellana; de su refundación de la Banda de Música de la Policía en 1900; de su asunción como perito dactiloscopista en los estrados de la Suprema Corte de Justicia de esta provincia en 1909 y como director del Registro de Identidad de las Personas en 1916, entre muchos otros logros y emprendimientos; y de allí es que, todo ello y mucho más, me persuade y convence en reconocer públicamente que nadie, hasta hoy, ha dado más a la policía como este hombre; por lo que, y al modo de los antiguos “héroes epónimos”, quizá, ya se esté consintiendo con firmeza, integridad y convicción, en la historia grande de la policía y en el lapso 1888-1925, en reconocerla verdaderamente como la Época de Vucetich.
2 Disertación (Sesquicentenario del natalicio del sabio) en la Sede del Ministerio de Seguridad en La Plata, el lunes 21/07/08, con la presencia del Sr. Ministro de Seguridad, Dr. Carlos Stornelli, de la Embajadora de la República de Croacia en Argentina, Subsecretarios, Jefes, Directores Generales y demás funcionarios, profesores, descendientes y familiares de Vucetich, presidentes, representantes y delegados de las diversas asociaciones científicas, históricas, culturales, sociales y de bien público, etc.
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